Considero esta terapia la joya dentro del vasto abanico de tratamientos que ofrece la medicina Ayurveda.

La primera vez que la recibí, sentí como si se reiniciara mi mente, como si todo mi ser se alineará desde un lugar más profundo.

Esta experiencia para una persona tan lógica como yo, me llevo a profundizar en este arte, la ciencia médica del Ayurveda.

La terapia en lo visible, consiste en un flujo continuo de una sustancia líquida medicada sobre la frente más concretamente en el chakra Ajna y aplicado con movimientos precisos que siguen la geometría sagrada.

A nivel simbólico, representa el descenso de la esencia sutil del cielo hacia la tierra, despertando y activando por completo tu conciencia.

Dicho flujo sobre la frente aquieta los pensamientos y abre las puertas de la percepción y la sanación.

Mi conclusión es clara:

Si tienes la oportunidad, hazlo ya.

Shirodhara es una experiencia mística, única para cada persona.

Es uno de esos casos en los que las palabras no bastan para describir lo que se siente al vivenciar la Paz y la Armonía.

Aunque suele recomendarse en casos de estrés crónico, insomnio, ansiedad, fatiga mental, migrañas, trastornos del sistema nervioso o desequilibrios emocionales, quiero enfatizar que no necesitas tener síntomas para regalarte esta experiencia.

Es el equivalente a experimentar la dicha, por eso, la llamo el Ritual de Paz.

Incluso puede ser un excelente regalo de cumpleaños, un obsequio de conexión, bienestar y silencio interior.

El soporte para Shirodhara, ya sea de madera o de metal forjado, es una pieza esencial en esta terapia ayurvédica.

Simbólicamente, representa una de las ramas fuertes del árbol de la vida, sosteniendo la vasija (dhara) desde la cual fluye el aceite medicado sobre la frente.

Su altura debe calibrarse con precisión, de modo que la salida del flujo quede entre 4 y 6 cm de la frente del paciente, asegurando así la eficacia y seguridad de la terapia.

Se recomienda que el soporte sea desmontable o de fácil movilidad, lo cual permite liberar la camilla cuando se desea utilizar para otro tipo de tratamiento, y facilita ajustar la vasija a diferentes puntos de la frente, según las necesidades terapéuticas individuales.

La vasija colgante utilizada en la terapia Shirodhara, comúnmente elaborada en cobre o bronce, no es simplemente un recipiente.

Es el canal sagrado que contiene y dispone el fluido energético universal de sanación:

Es Prana concentrado, inteligencia vegetal y vibración medicinal previamente integrada al líquido que se usará.

Es la medicina divina, justa y precisa para la divinidad que habita en ti.

Cada gota que fluye desde ella actúa como un mantra líquido, una bendición capaz de disolver nudos psíquicos y calmar las tormentas mentales.

En algunas tradiciones ayurvédicas, antes de usarla se le ofrece una oración como acto de consagración.

En mis inicios, utilice recipientes de vidrio, similares a los balones de laboratorio que usaba como químico.

Incluso en algunos textos antiguos, incluidos algunos del Ayurveda tibetano, he visto representaciones similares.

Sin embargo, el vidrio no es el material más adecuado ni seguro para esta práctica:

Trabajar con un elemento frágil sobre la cabeza del paciente representa un riesgo innecesario y se aleja de la tradición ayurvédica auténtica.

El termómetro no es un instrumento tradicional del Ayurveda clásico, ya que pertenece a la era moderna de la medición de temperatura.

Sin embargo, hoy en día es muy útil y aparece mencionado tanto en cursos como en literatura especializada en terapias ayurvédicas, especialmente en Shirodhara.

Contar con un termómetro al momento de aplicar esta terapia es una forma práctica de asegurar la temperatura adecuada del fluido, garantizando comodidad y seguridad para tu consultante o paciente.

Además, es una herramienta económica y versátil, que también te servirá en otras terapias de Ayurveda si eres practicante o terapeuta.

El rango ideal de trabajo en Shirodhara es apenas unos pocos grados por encima de la temperatura corporal.

Por eso, se sugiere adquirir un termómetro de inmersión en grados centígrados, con escala hasta 100 °C y una precisión de al menos 0.1 °C.