La web del profe Juan

Desde tu centro, todo sana

Vestuario seductor

Mi amigo. En serio?

Mi amigo me acababa de confundir mentalmente.


No sé si me criticó o me halagó.

Aún hoy no sé qué me quiso decir.


Lo que me dijo fue:


Viejo Juank, tú no vistes ordinario, ¡tú vistes extraordinario! O, querría decir, extra-ordinario.



A hoy no sé si esta es una exaltación de la ordinariez o si es una exaltación suprema de lo bueno.


Algo así como ganarse la lotería extraordinaria de Colombia.


De mi, amerita explicación

Puede ser la resultante de mi aparente rebeldía, con o sin causa, como tú lo quieras ver, de lo que soy.



¿Rebeldía? Sí.



Aunque me conozcas poquillo y pienses que no soy rebelde, muchos saben que sí lo soy.


Un rebelde de acción, pero sin armas y sin improperios.



No tengo muy claro qué es improperio, pero suena chévere en este momento.

Mi rebeldia religiosa.ej. 1

Siempre fui rebelde a muchas cosas.


Ejemplo de ello es lo religioso, o debe ser por el diablillo que llevo dentro, ya que aunque hice la primera comunión, nunca me he confesado.


Confesarse ante un padre o cura, NO. Ante una mujer es más confiable, aunque, con lo que le pasó a Adán, pues vaya tú a saber.


Pero fíjate, Dios no se enojó conmigo en la primera comunión.


O bueno, por lo menos eso creo, y eso es suficiente para mí.


Y sobre el man de arriba, pues lo busqué, pero eso lo vemos otro día.

Mi rebeldia fracasa.ej. 2

Hasta donde me sea posible, nunca hago lo que no quiero y digo hasta donde me sea posible, porque cuando mi amado padre me decía:


Si no lo haces, un par de planazos te voy a dar.


Ahí si tocaba porque tocaba, hacer lo que no quería hacer.


Mi rebeldia,el protocolo ej. 3

Nunca he utilizado saco y corbata, me estorba.


Tanto en la graduación de bachiller como en mis carreras universitarias, pretendieron vestirme como pingüino.



La exigencia de ir de saco y corbata no la acepté.



Me dijeron que no podía entrar a la ceremonia.


Yo les respondí que sí asistiría, y si no me querían dejar entrar, tendrían que sacarme, que eso no era un requisito acordado al matricularme. Al final asistí, y no me sacaron.



Mi traje, escrupulosamente escogido talvez para hacer el oso y no tanto a mi gusto, era camisa rosada, pantalón azul y zapatos naranjas.


¡Ja, ja, ja, qué combinación!


Con ello, creo que mi amigo tenía razón.


Que sí soy extra, supremamente extra—ordinario. Y que mi ordinariez correspondía con la mentalidad contraria a casi todo lo que aún llevo conmigo en mi mente.


Gratamente.

imagen graduación del profe juan yosoham

Al lado mi madre, que sin estar de acuerdo me acompañaba

No necesitas esforzarte en vestirte mal; no es la intención.


Lo importante es que hagas valer tu propio sentir, a nadie le haces daño y dejas claro el cómo eres.


Por eso, a algunas ceremonias no he asistido porque se requiere vestirse de una forma específica.


Hoy tengo claro que no soy el eje central de ciertos eventos y respeto profundamente las directrices del anfitrión, así que no interferiré con sus deseos de ver su evento colmado con una forma de vestir específica.


En la universidad, no lo apliqué.

Mi rebeldia y el profe.ej. 4

Recuerdo a uno de mis profes de matemática en la universidad.


Me reprochó mi vestuario y el que no tuviera cuaderno.


Como él sabía que yo no era bueno en matemáticas, me dijo: ¿Y ese vestuario? y veo que no copia lo que explico señor Juan.


¿Y viene como de paseo, como si este salón fuera una playa?


Mi respuesta, un tanto agresiva, o por lo menos, por lo que escuché de mis compañeros, un "huuuuuy" sostenido.



Profe: Escriba o no escriba, me da igual.


Me da igual porque yo, como el 95% de los que estamos en clase, no le entendemos y por eso vamos perdiendo su materia.


Y el 5% que no la pierde, corresponde a su sobrino y a un repitente de su materia.


Obvio, perdí la materia. Y hoy soy docente, pero no de matemáticas.

Rebeldia necesaria

Sí, es esencial rebelarse contra un sistema que sofoca tu ser, contra un sistema que pretende convertirte en un autómata sin alma.


Tengo el gusto de invitarte a ser original, a ser fiel a ti mismo.


A no seguir a nadie, a no depender de la aprobación en redes sociales.


Así será más fácil que seas feliz.


Siendo tú y solo tú. Un ser único.


Y aclaro, no necesitas vestir ordinario.


Tu yo que no conoces, te lo presento:

Carta astral védica: una invitación al autoconocimiento.


Escrito por:

El profe Juan

Si gustas, comenta

Lo más solicitado

imagen invitación al servicio analisis carta astral
imagen invitación al curso masaje a bebe shantala
imagen invitación al curso vejez con bienestar
imagen invitación al curso masaje a pies padabhyanga

Tendencias

Infelicidad, con y sin pareja.

Antiguo método de diagnóstico no invasivo.

El mal que ronda a la enfermedad.

Sobre mi

Foto del maestro juan carlos

¡Hola! 👋 Me conocen como el profe Juan y pregono el abandono del condicionamiento.

  • Dirección: Ciudad 2000, Cali - Colombia
  • Correo electrónico: tubienestar@yosoham.com
  • Contacto via whatsapp: + 057 - 3154537433